Palpitando el corazón de una mujer, con su fuerza y su ternura,
con su mano y su regazo. Porque es ese corazón, el de Elmina, el que nos recuerda lo que es ser humano y divino…. Así sencillo, con silencios, con sonrisas, con abrazos. Así enamorado…..
Los invitamos a unirnos como familia rezando la oración.